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Los 49ers avanzan a la Final de Conferencia

Mis Niners de Oro

Para hacer el análisis a detalle del partido se necesita ver el all-22 tape, escuchar opiniones de varios analistas de NFL, analizar información de los reporteros dedicados a seguir a los 49ers, entre otras actividades. Pero por ahora les platico mi experiencia de vivir en vivo el partido divisional de 49ers contra de los Packers en el estadio Levi’s en Santa Clara, California.


Al iniciar la segunda mitad del partido, los fans de 49ers estábamos apoyando al 100% al equipo. Era un juego cerrado y los 49ers iniciaban con el balón.


Pero la ofensiva no estaba en ritmo, Purdy lanzando pases altos o bajos, lo cual es muy raro para él. Hasta mi esposa que era su primera vez en un juego de SF me dijo “¿Este es el quarterback que me dices que es un muy bueno?,  como que no lanza bien el balón”. Y tenía la razón, Brock Purdy no estaba pasando por su mejor momento.


En el 4Q con 9 minutos en el reloj, abajo en el marcador 21-17, cuando todos los Niners pensábamos que la defensa iba a parar a los Packers, Aaron Jones nos hace una corrida de 50+ yardas, en la siguiente jugada Armstead comete una infracción y justo después Wilson corre para un primero y diez brincando arriba de la tackleada de Ward para llegar a la yarda 25 de 49ers.


Por un breve momento, el estadio estaba callado y se escuchaba la porra de Packers.


Pero cuando el pateador de Packers falló el gol de campo que los podía poner arriba por 7 puntos, se volvió a prender el estadio.


Ahí es donde empieza lo interesante, en donde envejecí como 5 años en 6 minutos de partido.


Todo el estadio sabía que esta era la serie ofensiva del triunfo o la derrota. Los 49ers no solo tenían que anotar 7 puntos, tenían que acabarse el reloj y parar una posible ofensiva de Green Bay, lo cual no era tarea fácil.


Después de un pase a Jennings y una corrida de CMC, era 3ª y 1, y Purdy hace el QB sneak y logra el 1ero y 10. Todos respiramos un poco.


En 2ª y 5, pasó algo que rara vez pasa, Kittle soltó un pase a las manos para lograr el 1º y 10.


Era 3ª y 5, para matar o morir, los nervios estaban aumentando. Veías las caras de los fans, unos rezando, otros cerrando los ojos, algunos con caras de desesperación y otros viendo hacia el cielo.


En 3ª y 5, Purdy probablemente lanzó su mejor y más importante pase de la noche y de lo que va de su carrera, encontrando a Aiyuk para el 1º y 10. El pase no pudo ser mejor, fue perfecto, un poco retrasado y el defensivo lo bloqueaba, un poco adelantado y Aiyuk no lo atrapaba. Esa jugada fue uno de los momentos “mágicos” del partido, esas jugadas que vamos a recordar en los próximos años.


A partir de ese momento las porras de los fans de Niners, los gritos de la gente y el ambiente ya no bajaron de intensidad en lo absoluto. Dejaron de escucharse y de verse los fans de Green Bay. ¡El momentum pertenecía a San Francisco!.


Después de esa jugada, Purdy lanza el balón 20+ yardas ejecutando un pase como los que lanzó toda la temporada, con anticipación y precisión a las manos de Chris Conley, que entró por la lesión de Deebo. La primer atrapada de Conley en el juego y la más importante hasta ahora de su carrera como 49er.


En la siguiente jugada, Kittle se reivindica y atrapa un balón para 8 yardas. La gente se lo festeja mucho, el ambiente sigue subiendo.


Purdy saca el balón, no tiene receptor abierto y se anima a correr para conseguir 9 yardas y estar a 6 yardas de la zona de TD. Los fans empiezan a gritar más fuerte.


Justo después viene la gran habilidad de Christian McCaffrey para correr con fuerza, romper una tackleada y anotar el touchdown. En este momento el estadio explota y los Faithful hacen el ruido más fuerte que he escuchado en el estadio Levi's. Esto es una fiesta, los fans de Packers ya no se ven ni se escuchan. La lluvia aumenta, pero ya ni se siente.


Inicia la ofensiva de Green Bay, avanzan algunas yardas con pases cortos. En 1ª oportunidad con 52 segundos en el reloj, la línea defensiva rompe la bolsa de protección, Jordan Love se escapa, lanza el balón y Dre Greenlaw hace la gran jugada interceptando el pase. En ese momento pasó por mi mente el recuerdo de aquella intercepción de Sherman en el último minuto de la final de la NFC de la temporada 2019 que cerró el partido contra Green Bay. 


Greenlaw tenía el balón y empezó a correr, todo el estadio, sus compañeros y hasta sus coaches gritaban que se dejara caer, Greenlaw ya había asegurado el partido y no valía la pena el riesgo de entregar el balón. Esos 7 segundos en donde Greenlaw corría por todo el campo, parecieron varios minutos hasta que finalmente Greenlaw fue tackleado y los 49ers pasaban a la final de la NFC por 3ª vez consecutiva.


Todos estaban festejando, era una fiesta, pusieron aquella canción famosa de los 90s “Whomp! there It Is” y todos los fans empezamos a brincar y bailar, mientras despedíamos (respetuosamente) a los fans de Packers que subían las escaleras para salir del estadio.


Al igual que lo decía aquel comercial de tarjetas de crédito, este momento “No tiene precio”. Fue un momento especial que me tocó vivir con mi familia y que,  ¡voy a recordar por muchos años más!


¡¡¡Go Niners!!!



Desde el Levis Stadium


Rene Garza

Analista de 49ers Monterrey



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